Cuenta una antigua leyenda china que un joven estudiante que presentaría exámenes para postularse como funcionario en la corte del Emperador chino, al enfermar, tuvo que pasar unos días en casa de un famoso doctor.
El estudiante se enamoró perdidamente de la hija del doctor, pero su primer deber era con sus estudios y el Emperador; así que partió a realizar las pruebas, con el corazón destrozado.
El joven logró obtener la más alta calificación en los exámenes, lo que le ganó la admiración del soberano, quien además de asegurarle un lugar entre los sabios de su corte le permitió regresar al encuentro de la hija del doctor para casarse con ella.
Agradecido por su buena suerte, que le permitía la doble felicidad de tener al mismo tiempo el éxito profesional y el amor, el estudiante diseño el símbolo que desde entonces representa el amor, la buena fortuna y la armonía conyugal.
El símbolo de la felicidad
«Un símbolo es una representación gráfica que puede ser parte de un signo».
En el desarrollo del lenguaje hablado a la escritura, los signos y los símbolos visuales representan la transición de la perspectiva visual, a través de las figuras y los pictogramas, a las señales abstractas. Son sistemas capaces de transmitir el significado de conceptos, palabras o sonidos simples, se utilizan desde el principio de la historia. Nunca han sido desplazados del todo por el lenguaje escrito. Como medio de comunicación, han mantenido sus propias funciones, y se han hecho más útiles según ha ido creciendo la demanda de comunicación inmediata. A medida que vamos entrando en un entorno dominado por la tecnología visual y auditiva, las reglas básicas de la comunicación cambiarán. Los símbolos y signos volverán a ganar importancia en el futuro, como la tuvieron en el pasado.
Son de gran ayuda, entro otras cosas, para identificar sentimientos y buscar liberación emocional.
