«Dejemos por un momento de pensar en la curación del cuerpo enfermo y enfoquemos en la curación de la persona enferma» Estas son palabras del Dr. Bach (Gales 1886-1936) medico, bacteriólogo y homeópata.
Después de años de investigación llego a la conclusión de que nuestra salud física depende de nuestra manera de pensar, nuestros sentimientos y nuestras emociones. Así de importante es el poder de la mente sobre el cuerpo. Desde estudiante se intereso mas por los pacientes que por sus enfermedades. Pensaba que no había que tratar únicamente los síntomas físicos y empezó a estudiar a sus pacientes observando sus reacciones ante sus experiencias en el día a día. Así conoció el principio de su nuevo método de tratamiento; «Tratad al paciente mas que a la enfermedad». En 1930 renuncio a su trabajo en Londres y se fue a vivir al campo en busca de nuevos remedios que, intuía, debían ser encontrados en la naturaleza. Se produjo en él un profundo cambio, aumentó su sensibilidad tanto física como mental. Antes de encontrar una flor en particular sufría de forma muy aguda el estado de animo negativo y, al mismo tiempo, según sus propias palabras «tenia el privilegio de padecer alguna afección física». Entonces salía a caminar por el campo hasta que encontraba o era llevado a encontrar la flor que , de inmediato, le devolvía la serenidad y al cabo de algunas horas desaparecía la enfermedad física también. De este modo encontró 38 flores que correspondían a los 38 estados de animo negativos que , según él, puede padecer el ser humano. Todos ellos, excepto tres, son simples flores silvestres. Dividió los 38 remedios en siete grupos:
El grupo para tratar el miedo, el grupo para tratar la indecisión e incertidumbre, el grupo para tratar la soledad, el grupo para la falta de interés en el presente, el grupo para tratar las hipersensibilidad frente a influencias externas , el grupo para la desesperación y por ultimo el grupo para tratar la excesiva preocupación por los demás.
A pesar de que la sociedad moderna impone a nuestra vida presiones distintas y enfermedades «nuevas» la naturaleza humana no cambia y pese a que ahora enfrentamos problemas diferentes a los de la época del Dr. Bach, es nuestra actitud emocional lo que importa y esta permanece independientemente de la época. Con las 38 esencias del método Bach, estudiando el estado anímico de la persona se puede conseguir una formula adecuada para cada caso devolviendo la serenidad a la persona.
El Dr. Bach cuando dio por terminado su trabajo poco antes de su muerte dejo las siguientes palabras:
«Esta obra de curación ha sido realizada, publicada y entregada libremente a fin de que personas como ustedes puedan servirse de ella, ya sea en la enfermedad o para mantenerse sanos y fuertes. No requiere ciencia alguna, solo un poco de conocimiento, simpatía y comprensión de la naturaleza humana, con la que generalmente contamos todos»